Que miedo!!

En todo pueblo y cada individuo tiene mil cosas vividas, ya sea como parte de la anécdota o como espectador, en algunos casos como oidor. Me acuerdo en aquellos tiempos en la década del 70 y parte del los 80 nos reuníamos en la plaza todas las noches, y cuando cansados ya de jugar empezábamos con los cuentos y los mas contados eran los de almas, nos moríamos de miedo que al final teníamos que llegar a nuestras casas acompañados. algunos de esos cuentos eran, la choquer-camiri-bernita, el cuento de la campana de oro, el cuento de la rosita la que fue a sacar las tripas de un muerto para hacer la ranga para sus patrones, Maria Maria devolveme mi palabra (es el cuento del condenado). y muchos otros originales por ejemplo de quienes habían visto a la asunta, a la demetria, y otras personas que ya habían muerto mucho tiempo atraz, el como volvía a las casas haciendo todos los ruidos de cuando estaban vivos. huuuuuyyyyyyyy que miedo

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